Fonte:http://economia.elpais.com/economia/2015/10/01/actualidad/1443722583_986044.html
Pan de queso sin fronteras
La receta del pão
de queijo (literalmente, pan de queso, un bollo muy popular en Brasil
hecho a base de fécula de mandioca y queso) más vendido de Brasil nació en una
granja en el interior del Estado brasileño de Minas Gerais y pasó por
diferentes generaciones. Pero fue únicamente con la mano de Maria Dalva Couto,
más conocida como doña Dalva, cuando la fórmula se transformó en un negocio de
éxito imparable.
Hace 25 años, junto a sus hijos, Hélder y Hélida, decidió
abrir una pequeña tienda, de 40 metros cuadrados, en Belo Horizonte, para
vender panecillos congelados. Ese fue el punto de partida de la que se ha
convertido en una de las mayores marcas del sector alimentario brasileño, Forno
de Minas.
Hoy en día, la empresa
que traspasó las montañas de Minas Gerais para llegar al resto del país
pretende conquistar el paladar de nuevos adeptos en todo el mundo. La compañía,
que ya exporta el producto a varios países, como Estados Unidos, Canadá,
Portugal, Inglaterra, Chile, Uruguay, Perú y Emiratos Árabes, quiere firmar,
este año, nuevos acuerdos en Italia, Suiza y Japón.
Cronologia
1990: María Dalva Couto y sus hijos Hélder y
Hélida abren una tienda de 40 metros cuadrados en Belo Horizonte. Un año
después, trasladan sus instalaciones a Contagem, un suburbio de la capital de
Minas Gerais.
1999: La familia vende la empresa al grupo
estadounidense General Mills Pillsbury.
2009: Ante el mal estado de las cuentas de la
empresa, la familia Couto-Mendonça recupera la compañía y relanza la marca.
2010: La familia vende un tercio de las
acciones de la empresa al fondo de inversión especializado Mercatto Alimentos
por 40 millones de reales (17 millones de euros).
En un escenario de
regresión económica en Brasil como el actual, Forno de Minas avanza en la buena
dirección. El año pasado, la empresa facturó 230 millones de reales (50
millones de euros) y aspira a crecer más del 28% este año, rebasando los 300
millones (65 millones de euros). Además de la estrategia de fortalecer la marca
en el exterior, la empresa apuesta por la diversificación y el lanzamiento de
nuevos productos. A pesar de que el pan de queso es el producto estrella, la compañía
ha aumentado el catálogo con empanadillas, hojaldres, y una línea de pasta
fresca congelada.
Sin embargo, el mayor
fabricante de pan de queso ha sufrido algunos percances a lo largo de su
trayectoria. En 2009, la fábrica, enclavada en Contagem, en el extrarradio de
Belo Horizonte, llegó a cerrar sus puertas y a despedir a todos los
trabajadores tras pasar 10 años en manos de la multinacional General Mills. La
firma estadounidense, que había adquirido la la empresa familiar de Doña Dalva
en el auge de su productividad, había cambiado la clave de su éxito: la receta.
Con el objetivo de reducir costes en la producción, General Mills redujo la
cantidad de queso en los panecillos –que pasaron a contener sólo el 2% del
producto, en lugar del 20% de la fórmula original– y lo sustituyó por
aromatizantes. La modificación hizo que las ventas cayeran un 70% y que la
producción mensual pasara de 1,6 toneladas al mes a 600 toneladas en una
década.
OTRA OPORTUNIDAD
"Vimos que se
había reducido la calidad y oímos las quejas de los consumidores. Sufrimos a
distancia. Cuando General Mills nos informó del cierre de Forno de Minas,
sentimos que sólo nosotros podríamos volver a levantarlo. Decidimos
recomprarles la empresa. A fin de cuentas, siempre creímos que era un producto
ganador", explica el presidente y director. Los valores de compra y venta
nunca se divulgaron.
Para levantar la marca
y volver a conquistar a su clientela, la familia decidió apostar por su
producto estrella y el regreso de Doña Dalva a la dirección de la producción.
"Siempre tratamos de reproducir la vieja receta, aunque fuera a gran
escala, y eso fue lo que volvimos a hacer", añade. Invirtieron en una
fábrica de lácteos del interior de Minas Gerais, lo cual les ayudó a garantizar
la calidad.
En poco tiempo, las
aguas volvieron a su cauce. La facturación pasó de 60 millones de reales (13
millones de euros) en 2010, cuando la fábrica volvió a manos de la familia de
Doña Dalva, a 110 millones (24 millones de euros) al año siguiente, un aumento
de más del 80%. "Poco a poco, los consumidores se fueron dando cuenta de
que habíamos vuelto a ser lo que éramos y le dieron otra oportunidad a la
marca. Contamos con mucha publicidad espontánea y volvimos a crecer",
cuenta Mendonça.
En octubre de 2010,
Forno de Minas obtuvo una inyección de capital tras la compra de un tercio de
la empresa por el fondo especializado Mercatto Alimentos. Eso permitió invertir
40 millones de reales (17 millones de euros) en ampliar la fábrica, desarrollar
nuevos productos y adquirir maquinaria moderna. Todo esto generó 700
nuevos puestos de trabajo.
Ahora la empresa
continúa apostando por nuevos productos en el mercado. "Hay muchas
oportunidades de crecimiento para la alimentación fuera de casa, como en
cafeterías, hoteles, etc. Hay que diversificar", concluye. Es para eso
que, el pasado mes de agosto, la firma pidió al regulador poder negociar sus
acciones en Bolsa.
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Nesta notícia,
disponível no site do jornal El País, é possível ver a empresa Forno de Minas,
brasileira, exportando o típico pão de queijo do país para outros. A empresa,
apesar de ter um produto que não é considerado típico em países em que é
introduzido, está crescendo em vendas e popularidade nesses países. Uma das
técnicas que ela utilizou foi disponibilizar comidas típicas dos países em que
está inserida, aumentando o menu e levando em conta todos os gostos da
população local.
Além disso, é possível
observar a cultura da empresa e como ela afeta os negócios no modo em que ela
foi conduzida durante o período em que estava nas mãos da General Mills. Por
não conhecer o paladar brasileiro e querendo aumentar os lucros, o grupo
decidiu diminuir a quantidade de queijo no produto, o que desagradou
brasileiros - que gostam de mais queijo no produto - e levou a uma queda enorme
nas vendas. Após a retomada da empresa, suas vendas voltaram e continuam a
crescer. Assim, conclui-se que é necessário uma pesquisa de mercado através de
marketing intelligence sempre que uma empresa se depara cm um novo tipo de
mercado. A Forno de Minas, por fazer uso dessa inteligência, está esperando um
crescimento de 28%, apesar da crise atual no país.
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